1) Preparación
general: se lleva a cabo la
formulación del problema a estudiar, definiéndolo con precisión, delimitando
sus coordenadas espacio-temporales y especificando las preguntas claves a
responder a lo largo del proceso investigador.
2) Establecimiento
del marco conceptual: de estudio, a
partir de los conocimientos y estudios existentes sobre el tema y la definición
de los conceptos a utilizar en el análisis.
3) Elaboración
de la hipótesis: debe de salir del
marco conceptual, como estado de la cuestión que debe ser y servir para
realizar el método empírico de una forma satisfactoria. Las hipótesis deben
estar formuladas de forma enunciativa, concisa y clara, afirmativa o negativa,
nunca interrogativa y deben contener proposiciones que sean susceptibles de ser
medidas. Si las hipótesis es o no cierta, la investigación lo dirá
posteriormente.
4) Elección de
un diseño investigador: debe estar en
función de los recursos personales, económicos y científicos disponibles por el
equipo investigador.
5) Trabajo de
campo: fase de recogida de datos;
donde se ponen en funcionamiento las técnicas diseñadas y se contrastan en el
terreno empírico.
6) Análisis de
datos: tratamiento de la información
recogida, comprobando las hipótesis planteadas y las relaciones entre las
diferentes variables introducidas en las mismas.
7) Redacción
del informe: que recoja los
principales hallazgos y explicaciones obtenidos de los datos y sus relaciones
con las teorías manejadas en la preparación.
8) Difusión y
presentación de los resultados: a la
comunidad científica y sociedad en su conjunto.