sábado, 19 de noviembre de 2011

La Produccion del Conocimiento y la Relacion Entre la Teoriay la Practica


Para producir nuevos conocimientos sociológicos es necesario manejar teorías y, además, aplicarlas a la realidad presente. La producción de nuevos conocimientos requiere también de un método. La sociología descansa sobre esta relación creciente y cambiante entre teoría y método. La producción de conocimiento nuevo, basado en la teoría y el método, cuenta con un auxiliar que son las técnicas de recolección y análisis de datos. Las técnicas también avanzan y cambian constantemente, producto del progreso en los procedimientos matemáticos y estadísticos.

Actualmente se vienen dando profundas transformaciones que afectan a la sociedad y a la construcción del conocimiento: el narcotráfico y su impacto en la distribución del ingreso; aumento de la desigualdad social como consecuencia del encarecimiento de la vida; el crimen organizado como amenaza al Estado; el desarrollo desigual del proceso de urbanización como respuesta al estímulo del turismo como negocio; movimientos sociales y nuevas formas de acción colectiva. De la misma manera, la sociología se encuentra en un proceso de revisión y cuestionamiento de los fundamentos y propuestas teóricas, en particular del propio logos científico de la modernidad.

El objetivo de la investigación es el descubrimiento de respuestas a interrogantes a través de la aplicación de procedimientos científicos. Proceso este íntimamente ligado a la teoría sociológica. Se trata de un proceso en el cual la teoría juega un papel fundamental como fuente de modelos de categorías analíticas en su relación metódica e histórica con la realidad. La investigación es su faceta metodológica: la teoría explica las relaciones entre lo observado mientras que la investigación constituye el estudio empírico de estas relaciones. La Investigación Social a través de la Metodología ofrece:

•Síntesis de las teorías (planteamiento del problema)
•Definición de conceptos y marco de referencia teórico por áreas de especialidad
•Estrategias cualitativas y cuantitativas,
•Discusiones sobre objetividad y subjetividad,
•Estrategias metodológicas aplicadas a la intervención social
•Estrategias Metodológicas y Herramientas Informacionales

El desarrollo de la investigación se enmarca en la relación que existe entre la teoría y la práctica. Por una parte las teorías sociológicas y las sociologías especiales deben proveer respuestas tentativas a las preguntas centrales; el método, por su parte, verifica la adecuación de esa teoría a través de la prueba empírica. Interesa en particular presentar un marco de referencia teórico y metodológico para el desarrollo de investigaciones sociológicas.

En los últimos años han surgido cambios en el desarrollo científico-tecnológico y el afianzamiento del paradigma que relaciona el mundo de la educación con el mundo del trabajo, existiendo consenso en la necesidad de vincular los sistemas productivo y educativo. Ahora, no se trata de trasladar los propósitos de un sector al otro, sino más bien de tender de tender puentes que permitan la sana comunicación entre ellos y explorar zonas donde confluyen sus intereses. El cambio científico-tecnológico no indica en su totalidad las transformaciones relativas al trabajo y al empleo a largo plazo pero si indica los cambios que se dan y/o deben darse en cuanto los contenidos de la enseñanza. Esto explica la dinámica entre el saber, el saber hacer y el saber ser elementos básicos de las competencias, que integran tres dimensiones: conocimiento en la acción, reflexión en la acción y reflexión sobre la acción (Schon, 1983). Las competencias de los individuos que indiscutiblemente participan de uno y otro sector en el mismo o en diferentes momentos de sus vidas sirven de puente para relacionar los sistemas productivo y educativo.

Las competencias son capacidades complejas, con distintos grados de integración y que se ponen de manifiesto en una gran variedad de situaciones correspondientes a los diversos ámbitos de la vida humana, personal y social. La adquisición de competencias que le permitan al sujeto operar con creatividad en diferentes campos de actividad supone la articulación entre dos dimensiones: la apropiación de conocimientos y el desarrollo de habilidades de pensamiento. En tal sentido, puede destacarse el carácter crucial que juegan los conceptos y las relaciones entre ellos en la construcción del conocimiento (Ausubel y cols., 1991; Novack, 1988; Pozo, 1989 a y b) y el rol jugado por los constructos del sujeto en su concepción de la realidad, quien utilizará los mismos para describir su experiencia, predecir sucesos y contrastar sus predicciones con nuevas experiencias.

Al diseñar políticas de investigación que sirvan de hilo conductor entre las Teorías Sociológicas y la Metodología, se espera generar las siguientes sub-competencias:

1. Capacidad para formular un problema
2. Capacidad para proponer hipótesis explicativas
3. Capacidad para proponer hipótesis predictivas
4. Capacidad para utilizar lenguaje específico
5. Capacidad para establecer relaciones
6. Capacidad para utilizar analogías



REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
•Ausubel, D.; Novack, J. y Hanesian, H. 1991. Psicología Educativa. Un punto de vista cognoscitivo. Ed. Trillas, México.
•Carton, M. 1985. La educación y el mundo del trabajo. O.I.E. - UNESCO, Suiza.
•Fernández Enguita, M. 1990 a. Juntos pero no revueltos: la reforma educativa y el mundo del trabajo. Visor, Madrid.
•Fernández Enguita, M. 1990 b. La cara oculta de la Escuela. Educación y trabajo en el capitalismo. Siglo XXI Editores, Madrid.
•Filmus, D. 1994. El papel de la educación frente a los desafíos de las transformaciones científico-tecnológicas. En: ¿Para qué sirve la Escuela?
•Novak, J. D. 1988. Constructivismo humano: un consenso emergente. Rev. Enseñanza de las Ciencias. 6 (3), 213-223.
•Pozo, J. 1989a. Aprendizaje de las Ciencias y pensamiento causal. Ed. Visor, España.
•Pozo, J. 1989b. Teorías cognitivas del aprendizaje. Ed. Morata, España
•Sacristán, G. y Perez Gomez, A. 1992. Comprender y transformar la enseñanza. Morata. Madrid.
•Samaja, J. 1993. Epistemología y metodología. EUDEBA, Bs. Aires, Argentina.
•Schön, D.A. 1993. La formación de profesionales reflexivos. Ed. Paidós

martes, 2 de agosto de 2011

¿Es confiable el saber en las ciencias sociales?

Jean-Claude Passeron
Martes 6 de Junio de 2000

TENDENCIAS
A diferencia de las “ciencias duras”, la sociología o la historia tienen múltiples formas de abordar un fenómeno. Lejos de debilitarlas, eso les permite explicar las diversas lógicas que actúan en un hecho social.

¿Cuál es el sentido de la sociología? En otras palabras tratándose del discurso de una ciencia: ¿de qué criterios de validez o de falsedad son susceptibles sus enunciados? Restrinjamos esta pregunta al análisis de los métodos: ¿qué significa demostrar en una ciencia histórica?

La definición mínima de una ciencia es decir que en ella se prueba algo. La sociología no es lo que dice la mayoría de los sociólogos, ni cuando la enarbolan orgullosos de un saber totalizador de la sociedad, ni cuando, ingenuamente cientificistas y con mucha matemática o formalización, la obligan a convertirse en una “ciencia dura”, ni mucho menos cuando se resignan a considerarla una “ciencia blanda” que los consuela de esta posición subalterna por su “vocación humanista”.

Ninguna ciencia social puede reducirse a la metodología de los modelos, a menos que se resigne a no ser más que un juego formal, indiferente a la observación de los fenómenos observados. Las ciencias de investigación difieren fundamentalmente de las ciencias del modelo por la aplicación, exhaustiva o no, del principio de racionalidad para explicar los comportamientos humanos. El criterio de la maximización de una “utilidad individual”, en el cual se basan los modelos de la
economía matemática o de la teoría de los juegos, no basta para definir el lenguaje teórico que usa un historiador, un sociólogo, un antropólogo. Se puede condensar esta diferencia en la conocida fábula de la rana y el escorpión.

Un escorpión le pide a una rana que lo lleve sobre su espalda de una orilla a la otra de un río. La rana se niega por temor a sufrir una picadura mortal durante la travesía. Argumentado y anticipando los efectos con la habilidad de un “filósofo utilitarista” para lograr sus fines, el escorpión responde que no tiene ningún interés en ello porque, al hacerlo, él se ahogaría. Pero cuando en medio del río, la rana –que se dejó convencer– se sorprende, agonizante, de la picadura irracional del escorpión, éste le responde suspirando: “No pude evitarlo, está en mi naturaleza”.

El escorpión suicida es el prototipo del político mentiroso que es engañado por su propia habilidad para improvisar un alegato a la vez lógico y eficaz. Logra persuadir a la rana, pero no tiene una estrategia deliberada de engaño, por que el engaño le resulta mortal. En la fábula hace el papel de virtuoso del cálculo utilitarista engañado por su propio razonamiento. La racionalidad de anticipación utilitaria, y el determinismo biológico del instinto coexisten en la fábula. Ambos
actores rivalizaron en “anticipación racional”, como dicen los economistas, que se basan en esta noción para explicar las decisiones que toman las empresas en un mercado cuando anticipan la estrategia del adversario. Pero la explicación científica de los actos del escorpión y la rana deben de cambiar a medida que cambian las causas de la acción a lo largo del tiempo.

En un modelo, el economista fila la lógica del cálculo; en una investigación, el sociólogo explora las interacciones variando sus métodos a través de la medición o la observación de campo, la comparación histórica o estadística, para hacer probable una explicación que sea, al mismo tiempo, una interpretación plausible.

A diferencia del homo economicus, el homo sociologicus hace un uso de la racionalidad casi siempre muy cercano a la del escorpión. Así la secuencia de interacciones de la fábula puede interpretarse de muy distintos modos: se crean así otras tantas teorías explicativas de la catástrofe racional ocurrida en una interacción que, sin embargo, escapa a los actores que aspiran a un arbitraje racional de sus decisiones.

Preguntémosle a la teoría de un sociólogo qué demonios de animal es este escorpión. Max Weber distinguía cuatro “tipos puros de acción racional”: “la acción racional con respecto a fines”, que calcula sus mejores medios para lograr a un fin; “la acción raciona con respecto a valores”, en la que el cálculo esta limitado por un mandato incondicional; “la acción tradicional”, ordenado sin cálculo por la autoridad; y “la acción afectiva”, que inclina a la obediencia por la influencia que
ejerce un “carisma”. El escorpión de la fábula es del segundo tipo. Es un calculador racional, pero ciego con respecto la costo –que sería racionalmente previsible– que le hará pagar su deseo de picar a un ser vivo demasiado cercano, cuando el impulso instintivo intervenga como una irresistible obligación interna. No supo anticipar su impulso. La incondicionalidad del mandato instintivo de la especie acota aquí el cálculo racional de los medios y de los fines.

Lecturas complementarias

Al consultar su biblioteca de grandes obras teóricas, el lector imaginará sin esfuerzo otras lecturas de la estrategia del escorpión: “Cadenas de imaginación” y “cadenas de la necesidad” (Pascal); “interés objetivo de clase (en Marx); “coerción social” y “normatividad” (Durkheim y Merton); “selección natural” (Darwin); “óptimo”, “función” o “ecuación matemática” (econometría); “equilibrio de Nash”, “información incompleta” (teoría de los juegos); “sistema de dominación” ,
“interiorización de la necesidad” (Bourdieu); “ambivalencia” del sentimiento (Freud); “ardid del deseo” (Lacan); “estrato discursivo” (Foucault), y más. Siempre hay mil razones compresible para no ser racional, en el sentido de la racionalidad que puede entrar en un modelo de cálculo.

¡Pero cuidado! La pluralidad de sus teorías no condena a las ciencias sociales al escepticismo. Si la interpretación de la fábula se presta a todo tipo de hermenéutica, es precisamente porque el interprete de la acción del escorpión no dispone de ningún otro dato sobre el contexto del “caso” más que el relato de una aventura única. Se halla frente a una historia sin pasado ni contexto. En
una tarea análoga –hacer razonamientos explicativos–, las ciencias sociales no están tan carentes.

Disponen de una panoplia de métodos para tratar sus datos y hacerlos hablar; estos métodos organizan estilos muy diferentes de argumentación, y así las teorías construyen los hechos de manera diferente.

Una explicación económica no refuta una explicación sociológica, o viceversa. Lo que
caracteriza a las ciencias sociales es que sus métodos no pueden transmitir la verdad de una proposición a la siguiente como en una cadena deductiva. Pero también comparten otro modo de probar: hacer convergir pruebas de lógica diferente en un conjunto de argumentaciones, sus argumentos en una interpretación, sus interpretaciones en una teoría plausible. Así como son múltiples las interpretaciones posibles de la estrategia de un escorpión que, para
atravesar un río, encontró a partir de sí el medio de suicidarse con toda la racionalidad, con la complicidad de una rana que se dejó asesinar por confiar demasiado en la universalidad de los cálculos de utilidad, las teorías interpretativas de las ciencias sociales siguen siendoinevitablemente múltiples y competitivas. Los datos que extraen de la observación nunca permiten ni una demostración lógico-matemática que operara como dentro de un puro sistema
formal ni un razonamiento experimental que pudiera ser desarrollado “suponiendo que todos los demás elementos permanecen iguales”. Pero según los casos, sus mediciones, sus estimaciones, sus generalizaciones conceptuales, sus presunciones explicativas nunca son equivalentes: son desigualmente concluyentes según la pertinencia de los materiales empíricos reunidos y según el estilo de prueba que organiza sus métodos de tratamiento de los datos. Estamos en una ciencia en donde la prueba es una cuestión de más o menos, no de todo o nada. Afortunadamente para “el interés” de las investigaciones en ciencias sociales, la historia de las sociedades humanas no ofrece datos tan enrarecidos como los de la fábula del escorpión, brillante
abogado de la anticipación racional pero incapaz de la intuición extralógica –o de un poquito de psicoanálisis– que le habría permitido sospechar de la duplicidad de sus reglas de decisión para anticipar un poco mejor sus riesgos.

Traducción de Elisa Carnelli

http://sociologiac.net/biblio/Passeron-SaberCienciasSociales.pdf


miércoles, 19 de enero de 2011

EVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y METODOLÓGICA DE LA ECONOMÍA



EL MÉTODO DEDUCTIVO
Antes de iniciar unas breves pinceladas obre este método, es interesante resaltar una distinción importante entre deductivismo y deducción, lo mismo que podría establecerse entre inductivismo e inducción. La deducción, tanto si es axiomática como matemática, puede emplearse de manera que facilite el análisis estadísitco y el contraste. Sin embargo, el deductivismo implica que la estadística y el conocimiento empírico es tan transitorio que no vale la pena y que un primer análisis deductivo puede proporcionar una mejor comprensión de un determinado fenómeno (Pheby, 1988, pág. 14).

Las primeras consideraciones del método deductivo podrían remontarse a los trabajos de Descartes a comienzos del siglo XVII, en su afán de encontrar un método que proporcionara un mejor conocimiento de las diferentes esferas de actividad. Por consiguiente, los objetivos de Bacon y Descartes eran similares, sin embargo, la forma de conseguirlos era diametralmente opuesta. Descartes utilizaba la deducción y las matemáticas como punto referencial, mientras que Bacon le prestaba muy poca atención a estos instrumentos.

Centrándonos en el deductivismo, se trata de un procedimiento que consiste en desarrollar una teoría empezando por formular sus puntos de partida o hipótesis básicas y deduciendo luego sus consecuencia con la ayuda de las subyacentes teorías formales. Sus partidarios señalan que toda explicación verdaderamente científica tendrá la misma estructura lógica, estará basada en una ley universal, junto a ésta, aparecen una serie de condicionantes iniciales o premisas, de las cuales se deducen las afirmaciones sobre el fenómeno que se quiere explicar.

El argumento deductivo se contrapone al método inductivo, en el sentido de que se sigue un procedimiento de razonamiento inverso. En el método deductivo, se suele decir que se pasa de lo general a lo particular, de forma que partiendo de unos enunciados de carácter universal y utilizando instrumentos científicos, se infieren enunciados particulares, pudiendo ser axiomático-deductivo, cuando las premisas de partida están constituidas por axiomas, es decir, proposiciones no demostrables, o hipotéticos-deductivo, si las premisas de partida son hipótesis contrastables.

Las leyes universales vendrán dadas por proposiciones del tipo “en todos los casos en los que se da el fenómeno A, se da también el fenómeno B. Estas leyes tendrán un carácter determinista cuando se refieran a fenómenos >”B” individuales y carácter estocástico cuando hagan mención a clases de fenómenos “B” que se den con una cierta probabilidad.

La actuación seguida por el investigador sería la siguiente:

1. Planteamiento del conjunto axiomático de partida. El criterio que debe seguirse en esta etapa debe ser el de la sencillez. Los supuestos deben incorporar sólo las características más importantes de los fenómenos, debiendo ser eliminadas las irrelevantes. Debe existir coherencia entre los postulados, sin que haya contradicción entre unos y otros.
2. Proceso de deducción lógica, partiendo siempre de los postulados iniciales, es decir, de la etapa anterior.
3. Enunciado de leyes de carácter general, a los que se llegará partiendo del conjunto axiomático y a través del proceso de deducción.

Del procedimiento lógico se infiere que las explicaciones y predicciones siguen las mismas reglas de deducción, la única diferencia está en que la explicación se produce una vez que ha ocurrido el suceso, mientras que la predicción tienen un carácter apriorístico.

Para citar una causa determinada como explicación de un fenómeno concreto, hemos de someterlo a una ley universal. En el caso de la predicción, partimos de una ley universal y de un conjunto de premisas deduciendo de ellos proposiciones acerca del fenómeno desconocido.

La idea de la existencia de un paralelismo entre la naturaleza de las explicaciones y de las predicciones ha sido denominada “tesis de la simetría”. Este concepto ha suscitado numerosas críticas. Se argumenta que la predicción no tiene por qué implicar explicación, e incluso que la explicación no tiene por qué implicar predicción alguna. Esta conclusión nos parece razonable, en cuanto que para predecir el valor futuro de una variable basándonos en sus valores históricos no es necesario explicar la naturaleza de la misma, basta con aplicar los métodos estadísticos apropiados. Igualmente, para explicar la naturaleza de la variable no es necesario extrapolar valores futuros. A estos efectos comenta Blaug (1985, pág. 22): “Mientras para la predicción es suficiente con que exista correlación entre dos variables, par la explicación es necesario saber acerca de la naturaleza de las variables y de algo que determine cuál es la variable causa y cuál la variable efecto”.

Por último, finalizaremos la descripción del método deductivo afirmando que, dada la dificultad para contrastar empíricamente las hipótesis básicas, se da cada vez un mayor grado de abstracción de las teorías construidas a partir de este procedimiento, lo que conlleva la construcción de modelos como representación simplificada de la realidad, con el consiguiente riesgo de separación entre modelo y realidad. Sin embargo, es preciso señalar, como apunta Pheby (1988, pág. 14), que existe una clara separación entre deductivismo y los procedimientos de deducción que habitualmente se emplean en economía. La deducción, sea axiomática o matemática, puede ser empleada para facilitar los análisis estadísticos y test de hipótesis, en cambio el deductivismo postula que el conocimiento estadístico y empírico es transitorio, un primer análisis deductivo puede proporcionar mejor comprensión de los fenómenos.

Roberto Gómez López

EVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y METODOLÓGICA DE LA ECONOMÍA


EL MÉTODO INDUCTIVO

Esta metodología se asocia originariamente a los trabajos de Francis Bacon a comienzos del siglo XVII. En términos muy generales, consiste en establecer enunciados universales ciertos a partir de la experiencia, esto es, ascender lógicamente a través del conocimiento científico, desde la observación de los fenómenos o hechos de la realidad a la ley universal que los contiene. Resumiendo las palabras de Mill (1973, las investigaciones científicas comenzarían con la observación de los hechos, de forma libre y carente de prejuicios. Con posterioridad -y mediante inferencia- se formulan leyes universales sobre los hechos y por inducción se obtendrían afirmaciones aún más generales que reciben el nombre de teorías.

Según este método, se admite que cada conjunto de hechos de la misma naturaleza está regido por una Ley Universal. El objetivo científico es enunciar esa Ley Universal partiendo de la observación de los hechos.

Atendiendo a su contenido, los que postulan este método de investigación distinguen varios tipos de enunciados:

• Particulares, si se refieren a un hecho concreto.
• Universales, los derivados del proceso de investigación y probados empíricamente.
• Observacionales, se refieren a un hecho evidente.

Haciendo hincapié en el carácter empirísta de esta metodología, la secuencia seguida en este proceso de investigación puede resumirse en los siguientes puntos (Wolfe, 1924, pág. 450):

1. Debe llevarse a cabo una etapa de observación y registro de los hechos.
2. A continuación se procederá al análisis de lo observado, estableciéndose como consecuencia definiciones claras de cada uno de los conceptos analizados.
3. Con posterioridad, se realizará la clasificación de los elementos anteriores.
4. La última etapa de este método está dedicada a la formulación de proposiciones científicas o enunciados universales, inferidos del proceso de investigación que se ha llevado a cabo.

Según estos empiristas clásicos, se han de considerar teorías científicas las formadas por conjuntos de enunciados probados empíricamente y que, o bien describen hechos firmes, o bien son generalizaciones inductivas de aquellos. La teoría no es aceptada hasta que no haya sido probada. De este modo, vemos en estos empiristas un rechazo frontal hacia toda especulación teórica sobre campos del conocimiento en los que no se pueda realizar una contrastación empírica.

Este enfoque inductivo de ciencia empezó a derrumbarse gradualmente en la segunda mitad del siglo XIX bajo la influencia de los escritos de Match, Poincare y Duhem, a principios de nuestro siglo empezó a tomar una visión prácticamente opuesta en los trabajos del Círculo de Viena. Algunos autores contemporáneos han criticado duramente esta metodología (Hempel, 1966, pp. 11-12; Medawar, 1969, pág.40) argumentando una serie de cuestiones que ponen en duda su eficacia, como la imposibilidad de recopilar todos los hechos relacionados con el fenómeno en el que estamos interesados o el hecho de que la experimentación sea sólo utilizada como un simple procedimiento para generar información.

Por otro lado, el denominado “problema de la inducción” es un tema que presenta determinadas implicaciones incluso para aquellos que no suscriben la metodología inductivista. La cuestión se plantea ante la duda de si la evidencia inductiva puede ser utilizada para predecir futuros acontecimiento, en consecuencia, el problema de la inducción surge a partir de nuestra incapacidad para proporcionar elementos racionales que puedan ser utilizadas para explicar algo más allá de la evidencia disponible (Pheby, 1988, pág. 7)

Roberto Gómez López
http://www.eumed.net/cursecon/libreria/rgl-evol/2.4.1.htm